Cáncer de mama
El cáncer de mama se produce cuando las células mamarias empiezan a crecer y a multiplicarse sin control debido a mutaciones o cambios anómalos en los genes que regulan la reproducción y el crecimiento de las mismas, generando así un tumor maligno. Este proceso normalmente empieza en los ductos mamarios o en los lóbulos de los senos.
De no ser controladas, estas células malignas pueden propagarse más allá del tumor original hacia otras partes del cuerpo.2 Cuando esto ocurre, se considera que el cáncer se encuentra ya en etapas avanzadas.
El cáncer de mama es problema de salud pública en América Latina, con más de 70 mil nuevos diagnósticos y 30 mil muertes por año, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. De hecho, se considera que este cáncer es la primera causa de muerte para las mujeres de la región, seguido por el cáncer cervical.
Aunque los hombres también pueden desarrollar cáncer de mama, uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad es ser mujer y tener edad avanzada. Otros factores de riesgo incluyen:
- Mutaciones genéticas (hereditarias): En los genes BRCA1 y BRCA2: en las células normales, estos genes ayudan a prevenir el cáncer al producir proteínas que ayudan a evitar el crecimiento anormal de las células; pero las versiones mutadas no sólo no pueden detener el crecimiento anormal, sino que pueden ocasionar el cáncer. Estas mutaciones están asociadas con la aparición de cáncer de mama en mujeres más jóvenes y en ambos senos. Las mujeres con estas mutaciones hereditarias también tienen un mayor riesgo de padecer otros tipos de cánceres, principalmente cáncer de ovario.
- Antecedentes familiares de cáncer de mama: quienes tienen parientes consanguíneos cercanos que padezcan o hayan padecido de cáncer de mama, tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Ser de raza blanca.
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Tener tejido mamario denso: las mujeres que tienen un tejido mamario glandular y fibroso y menos adiposo (grasa), tienen mayor riesgo de padecer de cáncer de mama que las mujeres que tienen una densidad normal en sus senos. La edad, la menopausia, el uso de ciertos medicamentos (incluyendo la terapia hormonal en la menopausia), el embarazo y la genética son factores que influyen en el desarrollo de un tejido mamario más denso.
Entre 20 - 100% más de riesgo
- Antecedentes de afecciones benignas en los senos.
- Haber tenido la primera menstruación antes de los 12 años y/o la menopausia después de los 55 años.
- Haber recibido tratamiento con radiación al pecho: haber recibido tratamiento con radioterapia en el tórax para otro tipo de cáncer durante la niñez o la juventud aumenta significativamente el riesgo de padecer cáncer de mama.
- Exposición al dietilestilbestrol (DES): las mujeres que tomaron un medicamento parecido al estrógeno llamado dietilestilbestrol (DES), o cuyas madres tomaron este medicamento durante el embarazo, tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de mama.
- Consumo de bebidas alcohólicas: en comparación con las mujeres que no ingieren alcohol, las que consumen de dos a cinco bebidas al día están en mayor riesgo que las mujeres que no toman alcohol.
50% mayor probabilidad de cáncer de mama
- Sobrepeso u obesidad.
- Estilo de vida sedentaria: además de la relación que puede existir entre la obesidad o el sobrepeso y el cáncer de mama, cada vez hay más evidencia que indica que la actividad física en forma de ejercicio reduce el riesgo de cáncer de mama. Para reducir su riesgo de cáncer de mama, la Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que los adultos hagan al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada ó 75 minutos de intensidad vigorosa por semana (o una combinación de ambas), preferiblemente repartidos a través de la semana.
- No tener hijos o tenerlos después de los 30 años.
- El uso de píldoras o inyecciones anticonceptivas: las mujeres que usan anticonceptivos orales tienen un riesgo ligeramente mayor de tener cáncer de mama que aquellas mujeres que nunca los han usado. Asimismo, aquellas que han usado formas inyectables de progesterona como método anticonceptivo también parecen tener un mayor riesgo de cáncer de mama.
- El uso de terapia hormonal después de la menopausia: el uso de terapia hormonal combinada (estrógeno y progesterona) después de la menopausia aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. La terapia hormonal combinada también aumenta la probabilidad de que el cáncer sea detectado en una etapa más avanzada o metastásica. Por su parte, la terapia hormonal sólo con estrógeno aumenta el riesgo de cáncer de ovario y de seno cuando se usa por mucho tiempo (por más de 10 años).
Hay algunos hábitos, como la alimentación, la exposición al humo de tabaco y trabajar durante la noche, que podrían ser factores de riesgo para el cáncer de mama. Sin embargo, las investigaciones aún no indican con claridad si realmente hay un vínculo.